miércoles, 6 de mayo de 2015

MITOS

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Mito

El dios Thor, de los vikingos, en la batalla contra los gigantes. Pintura deMårten Eskil Winge (1872).
Un mito (del griego μῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como diosessemidioseshéroesmonstruos o personajes fantásticos, los cuales buscan dar una explicación a un hecho o fenómeno.

Descripción general

Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. Al conjunto de los mitos de una cultura se le denomina mitología. Cuanto mayor número de mitos y mayor complejidad tiene una mitología, mayor es el desarrollo de las creencias de una comunidad. La mitología sustenta la cosmovisión de un pueblo.
Desde que en la Antigüedad grecolatina las explicaciones filosóficas y científicas entraron en competencia con las míticas, la palabra mito se cargó en ciertos contextos de un valor peyorativo, llegando a utilizarse de forma laxa como sinónimo de patraña, creencia extendida pero falsa, por ejemplo, la sociedad sin clases es un mito comunista, o la mano invisible del mercado es un mito liberal. También es común el uso un tanto laxo de mito y mítico (o leyenda y legendario) para referirse a personajes históricos o contemporáneos (o incluso a productos comerciales) cargados de prestigio y glamour: Charlot es un mito del cine mudolos Beatles son un grupo mítico.
Como los demás géneros narrativos tradicionales, el mito es un texto de origen oral, cuyos detalles varían en el curso de su transmisión, dando lugar a diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el mito ha sido objeto de reelaboración literaria, ampliando así su arco de versiones y variantes. Por ello, los mitos no han desaparecido en la época actual, solo se muestran y transmiten a través de diferentes medios.

Características

Según Mircea Eliade, el mito es una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un tiempo primigenio, en el que el mundo no tenía aún su forma actual. Los acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente se explican como consecuencia de los sucesos narrados en el mito (por ejemplo, en la mitología griega el ciclo de las estaciones se explica a partir del rapto de Perséfone). Sin embargo, no todos los mitos se refieren a un tiempo "primero", también pueden abordar sucesos acontecidos después del origen, pero que destacan por su importancia y por los cambios que trajeron.
Según la visión de Claude Lévi-Strauss, antropólogo estructuralista, todo mito tiene tres características:
  • Trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la muerte, el nacimiento y similares.
  • Está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres o bien contra mal.
  • Proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia.
Por su parte, el antropólogo Bronislaw Malinowski afirmaba que no hay aspecto importante de la vida que sea ajeno al mito. Por ello, existen mitos religiosos (como el nacimiento de los dioses), políticos (como la fundación de Roma) o sobre temas particulares (por qué el maíz se convirtió en el principal alimento de un pueblo, como sucedió con los pueblos prehispánicos de México). Para Malinowski los mitos son narraciones fundamentales, en tanto que responden a las preguntas básicas de la existencia humana: razón para existir, razón de lo que lo rodea, entre otras. Malinowski también aclaró que el mito pertenece al orden de las creencias y que si bien es una explicación, no es una explicación racional, sino cultural.

Función del mito

Las funciones de los mitos son múltiples. No obstante, en general, se puede aceptar tres funciones esenciales: explicativa, de significado y pragmática. La función explicativa se refiere a que los mitos explican, justifican o desarrollan el origen, razón de ser y causa de algún aspecto de la vida social o individual, por ejemplo, el mito griego que narra cómo se originó el mundo del "Caos" o el Génesis que comenta el nacimiento de la mujer de la costilla de un hombre. La función pragmática del mito implica que los mitos son la base de ciertas estructuras sociales y acciones, así, un mito puede marcar una línea genealógica y determinar quiénes pueden gobernar o no. Gracias a esta función, los mitos especifican y justifican por qué una situación es de una manera determinada y no de otra. La función de significado se refiere a que los mitos no son solo historias que brindan explicaciones o justificaciones políticas, también otorgan un consuelo, objetivo de vida o calma a los individuos, así sucede con mitos que hablan de la muerte, el sufrimiento o la victoria, por lo tanto, los mitos no son historias alejadas de la persona, sino que funcionan como un asidero existencial, un motivo, de acuerdo al psicoanalista estadounidense,Rollo May. Las tres funciones se suelen combinar de manera constante.

Tipos de mitos

Se distinguen varias clases de mitos:
  • Mitos cosmogónicos: Intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta creación; en este caso, tales gigantes, que suelen ser semidioses, constituyen la primera población de la tierra.
  • Mitos teogónicos: Relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea surge armada de la cabeza de Zeus.
  • Mitos antropogénicos: narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia, viva (una planta, un animal) o inerte (polvo, lodo, arcilla, etc.). Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
  • Mitos etiológicos: Explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
  • Mitos morales: Explican la existencia del bien y del mal.
  • Mitos fundacionales: Cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
  • Mitos escatológicos: Anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen teniendo amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo: El agua o el fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los humanos. El clásico ejemplo es el 'Apocalipsis', considerado como tal por Bertrand Russell.

Lectura literal, alegórica, simbólica y mitocrática

los mitos parecen haber sido planteados originalmente como historias literalmente ciertas, la dialéctica entre la explicación mítica del mundo y la filosófica y científica ha favorecido el desarrollo de lecturas no literales de los mitos, según las cuales éstos no deberían ser objeto de creencia, sino de interpretación.
Así, la lectura alegórica de los mitos, nacida en Grecia en la época helenística, propone interpretar a los dioses como personificaciones de elementos naturales. Este empeño encuentra su continuación en teorías posteriores, como la difundida en el siglo XIX por Max Müller, según la cual los mitos tienen su origen en historias mal comprendidas sobre el sol, que ha sido objeto de personificación, convirtiéndose en un personaje antropomorfo (el héroe o dios solar).
La lectura simbólica considera que el mito contiene un contenido veraz, pero no sobre aquello que aparentemente trata, sino sobre los contenidos mentales de sus creadores y usuarios. Así, el mito sobre cómo un dios instituyó la semana al crear el mundo en siete días contiene información veraz sobre cómo dividía el tiempo la sociedad que lo creó y qué divisiones hacía entre lo inanimado y lo animado, los distintos tipos de animales y el hombre, etc. Los mitos contienen también pautas útiles de comportamiento: modelos a seguir o evitar, historias conocidas por todos con las que poner en relación las experiencias individuales.
Los estudios modernos sobre el mito se sitúan en tres posiciones fundamentales:
  • la funcionalista, desarrollada por el antropólogo Malinowski, examina para qué se utilizan los mitos en la vida cotidiana (refuerzo de conductas, argumento de autoridad, etc.);
  • la estructuralista, iniciada por Lévi-Strauss, examina la construcción de los mitos localizando los elementos contrarios o complementarios que aparecen en él y la manera en que aparecen relacionados;
  • la simbolista, que tiene referentes clásicos en JungBachelard y Gilbert Durand, considera que el elemento fundamental del mito es el símbolo, un elemento tangible pero cargado de una resonancia o significación que remite a contenidos arquetípicos de la psique humana. (Un ejemplo de arquetipo es el Niño Anciano, figura contradictoria que se manifiesta como un personaje longevo de apariencia o conducta infantil —como Merlín— o un bebé o niño capaz de hablar y dotado de enormes conocimientos, propios de un anciano —el niño Jesús dando clase a los doctores—.)
  • la existencialista-mitocrática, desarrollada por el filósofo Gustavo Flores Quelopana, considera que el mito es la forma ancestral de la filosofía, como afán de trascender la condición del hombre para unirse con lo absoluto, la cual remite a la estructura ontológica de la existencia humana.

Diferencia entre el mito y otro tipo de narraciones

A menudo se suele confundir el mito con otro tipo de narraciones como los cuentosfábulas o leyendas. Sin embargo, no son iguales.
Hay varias diferencias entre el mito y el cuento popular: mientras que los cuentos se presentan como ficciones, los mitos se plantean como historias verdaderas. Varía también la función: el mito es esencialmente etiológico (aclara cómo se llegó a una determinada situación; por qué el mar es salado o el hombre es mortal, por ejemplo), mientras que el cuento popular trasmite valores (más vale maña que fuerza, el bien siempre tiene su recompensa, el impostor siempre es descubierto, etc.). Además, la trama de los cuentos suele ser sencilla, mientras que los mitos forman parte de un entramado complejo, en el que cada historia está relacionada con las demás por la recurrencia de personajes, lugares, etc. (así, por ejemplo, la historia de Jasón está relacionada con los mitos sobre Heracles, al ser éste uno de los Argonautas).
Las fábulas se diferencian de los mitos por los personajes (los de las fábulas son animales de conducta humana; los de los mitos, dioses, héroes y monstruos) y por su función (las fábulas contienen un mensaje moral, que suele aparecer recogido al final de las mismas en forma de moraleja, mientras que los mitos son etiológicos).
En cuanto a las leyendas, se presentan, al igual que los mitos, como historias verdaderas y tienen a menudo una función etiológica (sirven, por ejemplo, para explicar cómo un linaje alcanzó el poder, sustentando así su legitimidad política); sin embargo, a diferencia de los mitos, suceden en un tiempo real, histórico, en lugares reconocibles por el oyente o lector y a menudo con protagonistas reales (cf. las leyendas sobre Carlomagno o el Cid).
Una misma trama puede aparecer en un mito, un cuento o una leyenda, dependiendo de cómo se presente la historia (como verdadera o ficticia) y cuál sea su función (etiológica, didáctica, entretenimiento...). Así, se ha señalado cómo la trama del mito de Edipo reaparece en la leyenda medieval que hace de Judas Iscariote un asesino de su padre que se casa, sin saberlo, con su madre.



Atlas

El titán Atlas era hijo de Japeto y de la ninfa Climene. Después de que los titanes se hubiesen puesto a disposición de Zeus y sus hermanos, Atlas no fue hecho prisionero en el mundo de los muertos como el resto de ellos. Zeus le infligió un castigo especial que consistió en cargar con el arco del cielo sobre sus hombros. Atlas llevó a cabo la tarea en el rincón más occidental que los griegos conocían y que se situaría cerca del estrecho de Gibraltar.
Heracles visitó a Atlas en uno de sus Doce Trabajos para recoger las manzanas de oro de las Hespérides. Gaya, la diosa de la tierra, le había dado las manzanas a Hera cuando se casó con Zeus y ésta a su vez se las entregó a las Hespérides, hijas de Atlas, para que las guardasen en un bello jardín que estaba protegido por el dragón Ladón. Atlas le puso una condición a su visita.
Para evitarle el problema de luchar con el dragón, iría él mismo hasta eljardín mientras Heracles le sostenía el arco del firmamento.
Afortunadamente, Heracles era lo suficientemente fuerte y Atlas pudo llegar al jardín. Cuando regresó con las manzanas, le sugirió que podría ir él a entregárselas a Eurystheus (Euristeo), jefe de Heracles, mientras el héroe seguía sosteniendo el arco un poco más.
HeracIes fingió estar de acuerdo con la idea, pero le pidió a Atlas que tomase el arco un momento para poder ponerse un almohadón sobre sus hombros doloridos. Atlas accedió y así HeracIes pudo huir con las manzanas, provocando el lamento eterno del primero ante tan pesada carga.
Ovidio describe cómo Perseo, hijo de Zeus como HeracIes, visitó a Atlas. Perseo le pidió pasar la noche con él, a lo que aquél se negó, recordando un oráculo que en cierta ocasión le había dicho que un hijo de Zeus llegaría para robarle las manzanas de sus hijas -probablemente se refería a HeracIes-. Atlas amenazó a Perseo y éste utilizó la cabeza de Medusa (ver Gorgonas, Las y Perseo) para convertirle en montaña de piedra, la cadena del Atlas en Marruecos. Esta versión ofrece la contradicción de que Perseo visitase a Atlas antes que HeracIes y que éste luego no le encontrase convertido en montaña, sino aún como titán.

Medusa

En la mitología Griega Medusa era parte de las gorgonas pero la única mortal y a comparacion de sus hermanas ella era muy hermosa.
Poseidon al ver se enamoro de ella y la sedujo o violo (en otras versiones) en un templo de Atena. Como ambos dioses eran rivales. Cuando Atena descubrió lo que paso en su templo decidió castigar a Medusa. La transformo de manera que fuera igual a sus dos hermanas Esteno y Euríale que eran despiadados monstruos de manos metálicas, colmillos afilados y cabellera de serpientes venenosas vivas y, si miraban directamente a alguien a los ojos, al momento le dejaban petrificadas. (Otra versiones, dice que fue Afrodita quien, celosa de su cabellera, la cambió por serpientes). Fue desterrada a las tierras hiperbóreas.
Medusa quedo embarazada de Poseidon y al percatarse de esto Atenea le ordeno a Perseo que la asesinara y el la decapito con la ayuda de Atena y Hermes, de la sangre que cayó al suelo o en otras versiones que dicen, que fue de su cabello broto su descendencia, el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor. Perseo usó la cabeza de Medusa para rescatar a Andrómeda, matar a Polidectes y, en algunas versiones, petrificar al titán Atlas. Después se la ofreció a Atenea, quien la colocó en su escudo, la égida.

Sísifo


Fue uno de los personajes más astutos de la mitología griega, existiendo un nutrido grupo de leyendas que hablan sobre él. Sísifo era hijo de Eolo y Enáreta. Reinaba en la ciudad de Corinto, que había sido fundada por él, aunque con el nombre de Éfira. Rodeó toda la ciudad con grandes murallas para obligar a los viajeros a pagarle abundantes tributos cuando pasaban por allí. Su gran inteligencia le sirvió para obtener múltiples beneficios en todos los aspectos de la vida, pero la falta de ética de algunos de sus actos, le valió, en determinados momentos y circunstancias, la consideración de ladrón o malechor.

Sísifo tenía un vecino envidioso que, una vez robó sus rebaños llamado Autólico. Sísifo nada pudo hacer en ese momento para recuperar sus reses, pero, cuando tiempo después, volvió a sufrir la desaparición de parte de su ganado acudió a Autólico acusándole de ladrón y demostrando la fechoría cometida porque entre los rebaños de Autólico se veían muchas ovejas con la leyenda "me ha robado Autólico" grabada en las pezuñas. Admirado Autólico de la listeza de Sísifo le entregó la mano de su hija Anticlea con el objetivo de tener descendencia tan astuta como él. Para ello, tuvo que detener la boda que al día siguiente se celebraría entre Anticlea y Laertes, el que, hasta el momento, había sido su pretendiente. Como consecuencia de esta unión, que algunos autores consideran llevada a cabo sin boda de por medio, nació el magnánimo héroe Odiseo. No obstante, Sísifo también se casó con Mérope y tuvo cuatro hijos con ella: Glauco, Órnito, Tersandro y Halmo.
La muerte de Sísifo sobrevino a causa de un castigo divino, si bien, existen contradicciones sobre el detonante del mismo habiendo dos versiones diferentes. La primera de ellas indica que Sísifo, que se llevaba muy mal con su hermano Salmoneo, quiso matarlo y, para ello, consultó la forma más adecuada a Apolo, a través del oráculo de Delfos. El oráculo le dijo que lo que tendría que hacer era unirse carnalmente con Tiro, su sobrina, y darle muchos hijos. Tal mala intención, o, quizás, tal incesto, habrían provocado su muerte. La segunda tesis desarrollada, resulta de la siguiente forma: Zeus raptó una vez, como tantas otras, a la bella Egina, para poseerla. Buscándola, su padre, Asopo, pasó por Corinto donde intentó que Sísifo le ayudara a encontrarla o al menos, le indicase alguna pista para localizarla. Ante esto, Sísifo, que había visto a Zeus escapar con Egina, indicó a Asopo que le diría el nombre del raptor de su hija a cambio de que hiciese nacer una fuente en los reinos de Sísifo, y así fue (Asopo pudo hacer brotar el agua porque era un dios - río). Enojadísimo Zeus por tal acción condenó a Sísifo a la muerte, enviándole a Tánato. Sin embargo, el valiente y audaz Sísifo consiguió encadenarlo, logrando así, no sólo librarse de su propia defunción, sino evitando que, durante mucho tiempo, ningún hombre muriese. De nuevo tuvo que actuar Zeus para liberar a Tánato, recibiendo, por fin, Sísifo la sentencia de muerte.
A pesar de todo, y este hecho es ya común a las dos versiones narradas en el párrafo anterior, Sísifo aleccionó a su mujer para que cuando muriese no llevase a cabo los cortejos fúnebres. Su esposa así lo hizo y cuando Sísifo llegó al infierno se quejó a Hades de lo que había hecho su familia y le pidió que le concediera volver a la tierra para aleccionar a sus allegados sobre las exequias que debían llevar a cabo. Hades le concedió tal deseo a condición de que volviese pronto. Sin embargo, Sísifo, por otra parte divertidísimo ante la inocencia divina, se jactó en el mundo real de lo ocurrido, y, por supuesto, no volvió en mucho tiempo. Finalmente, Hermes, o, tal vez, Teseo, le devolvieron al inframundo donde se le condenó a un castigo cruel: debía subir un enorme peñasco a una alta cima del inframundo, y, cuando casi estaba a punto de lograrlo, volvía a caérsele y tenía que subirla de nuevo. Tal tarea sólo se detuvo durante el intento de Orfeo de recobrar el alma de Eurídice pero después continuó durante toda la eternidad.

Pandora

El mito de la caja de Pandora se inicia cuando Prometeo se atrevió a robar el fuego que portaba el dios Sol en su carro. Zeus furioso ordenó a diferentes dioses crear una mujer que pudiera seducir a cualquier hombre. Hefesto la creó con arcilla y le brindó formas sugerentes. Atenea la vistió elegante y Hermes le dio el don de seducir para que finalmente Zeus le dé vida y la mande a la casa de Prometeo.
Allí vivía junto a su hermano Epimeteo que a pesar de haber sido advertido de la venganza de Zeus aceptó la llegada de Pandora y se enamoró hasta tomarla por esposa. Pero Pandora traía con ella una caja con todos los males que puedan contaminar al mundo de desgracias. Uno de esos elementos era la esperanza, consuelo de quien sufre. Pandora presa de la curiosidad abrió la caja y así dejó escapar sin quererlo todos los males. Los bienes subieron hasta el Olimpo y junto a los dioses. La muchacha presa del pánico cerró la caja y quedó dentro la Esperanza, que era necesaria para superar todos los males.
Pandora corrió hacia los hombres para intentar consolarlos, hablándoles de la esperanza, explicándoles que siempre podrían acudir a ella ya que estaba bien guardada.

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